Un adolescente mendocino soprende al mundo del fútbol, dirigiendo partidos oficiales de inferiores y oficiando de juez de línea en la liga local.
Un chico mendocino bien podría ser incluido en el libro de los record, ya que con solamente 16 años dirigió partido oficiales de divisiones inferiores e incluso se desempeñó como juez de línea en primera división de la liga local.
El personaje en cuestión es Daniel Juan Alvarez, quien llegó al arbitraje de la mano Pedro Castellino, actual subdirector de la escuela de árbitros de esta provincia.
Castellino advirtió en el chico condiciones innatas para arbitrar, lo alentó a hacer el curso de capacitación y lo promocionó para que pudiera dirigir cotejos oficiales de la Liga. El hallazgo periodístico es reflejado hoy en una nota publicada por el diario Uno de Mendoza.
"En los partidos que hacíamos con amigos, al verme que yo no jugaba ni participaba, los chicos siempre me pedían que hiciera de árbitro. Eso fue a los 12 años, y eso me gustó y me entusiasmó la idea de dirigir los partidos", explicó Alvarez.
El chico aseguró que el arbitraje es una verdadera pasión, a la vez que reconoció que le gusta más impartir justicia dentro de una cancha que jugar al fútbol.
"Es verdad que varios compañeros del colegio, al enterarse de que soy árbitro, me preguntan por qué mejor no me dedico a jugar en lugar del silbato y las tarjetas amarillas. Para mí el referato es una pasión y lo siento como una verdadera vocación", agregó.
El año pasado Daniel empezó el curso de arbitraje en la Liga Mendocina, aunque previamente debió sortear algunas limitaciones burocráticas propias de su corta edad.
Tal fue el conflicto que generó la presencia de este joven en la escuela de árbitros provincial que su padre debió hacer uso de la patria poestad para que se le permiese trabajar normalmente.
"Entrar a una cancha y dirigir un partido es mi vocación. Y ojalá llegue el día en que pueda dirigir en Primera", completó el joven.
Desde esa fecha y hasta ahora, Daniel dirigió 32 partidos, en calidad de árbitro de divisiones inferiores en la mayoría de los casos y también, en algunos cotejos, como juez de línea en encuentros de primera división.